¿Qué es un humidor y por qué es importante para los puros?
Un humidor es una herramienta esencial para guardar puros. Los puros son productos artesanales elaborados con hojas de tabaco cuidadosamente seleccionadas, que son sensibles al entorno en el que se conservan. Sin un entorno controlado, los puros pueden secarse o humedecerse demasiado, afectando a su sabor y calidad. Por eso es importante guardar los puros en un humidor, donde la humedad se mantiene estable, normalmente entre el 65% y el 75% de humedad relativa (HR).
¿Por qué es importante? El tabaco es un material natural que cambia en función de la humedad y la temperatura. Cuando los puros se secan demasiado, pierden humedad y pierden sus aceites esenciales. El resultado es un puro seco y duro, que tiene menos sabor y puede incluso agrietarse al fumarlo. Por otra parte, cuando los puros se humedecen demasiado, puede resultar difícil quemarlos y aumenta el riesgo de que se forme moho.
Un humidor garantiza que los puros conserven su sabor y calidad originales, independientemente del tiempo que pasen almacenados. Esto hace que el humidor sea indispensable tanto para los fumadores ocasionales como para los coleccionistas serios. Sin un humidor, los puros perderían su finura y carácter en poco tiempo, lo que es un desperdicio de los puros, a menudo preciosos y cuidadosamente elaborados.
¿Cómo elegir el humidor adecuado para tu colección de puros?
A la hora de elegir el humidor adecuado para tu colección de puros, es importante tener en cuenta una serie de factores. Según tus necesidades personales, el tamaño de tu colección y tu presupuesto, hay distintos tipos y tamaños de humidores disponibles. He aquí los aspectos más importantes que debes tener en cuenta:
1. Capacidad del humidor Una de las primeras consideraciones a la hora de elegir un humidor es su capacidad. Hay humidores de distintos tamaños, desde humidores pequeños con capacidad para 25 puros hasta grandes armarios humidificadores con capacidad para 2.000 o 3.000 mil puros. Dependiendo del tamaño de los puros.
Es aconsejable elegir un humidor ligeramente mayor que tu colección actual, para que tengas espacio para ampliarla. Un humidor abarrotado puede dificultar la circulación del aire, lo que repercute negativamente en la humedad. Con un humidor eléctrico, este problema es menor gracias a los ventiladores activos.
Para alguien que acaba de empezar a coleccionar puros, un humidor más pequeño puede ser suficiente. Pero si piensas ampliar tu colección, es aconsejable invertir en un armario humidificador más grande. Dado el aumento anual del precio de los puros longfiller, invertir en un armario humidificador grande puede ser interesante en términos de inversión.
2. Material del humidor El material del humidor, sobre todo el material interior, desempeña un papel importante en el mantenimiento de la humedad. La mayoría de los humidores de alta calidad están forrados por dentro con cedro español, ya que esta madera absorbe y libera bien la humedad, manteniendo estable la humedad dentro del humidor. Además, la madera de cedro protege contra las polillas del tabaco, pequeños insectos que pueden dañar las hojas de tabaco.
Además del cedro español, también hay humidores de otros tipos de madera, como la caoba o el arce. Estos materiales también pueden funcionar bien, pero el cedro español ha demostrado ser el mejor material para guardar puros.
3. Sistema de humidificación Una parte esencial de cualquier humidor es el sistema de humidificación, que se encarga de mantener la humedad adecuada. Existen distintos tipos de sistemas de humidificación, como humidificadores de esponja, cristales de gel o humidificadores electrónicos.
Los humidificadores de esponja son la opción más sencilla y barata. Consisten en una esponja empapada en agua destilada, que se libera lentamente para mantener los niveles de humedad.
Los cristales de gel son una opción popular porque pueden mantener una humedad constante y requieren menos mantenimiento que los humidificadores de esponja. Los cristales absorben agua y la liberan gradualmente.
Los humidificadores eléctricos con ventilador ofrecen la mayor precisión y comodidad. Pueden regular la humedad automáticamente sin que tengas que añadir agua manualmente. Este tipo de humidificador es ideal para los humidores más grandes o para los coleccionistas que quieren un esfuerzo mínimo.
4. Sellado del humidor Un buen sellado es esencial para mantener la humedad en el humidor. Si el sellado no funciona correctamente, la humedad se escapa, secando los puros. Un buen humidor tiene un cierre hermético que mantiene la humedad en su interior. Puedes comprobar la calidad del sellado abriendo y cerrando el humidor; debes sentir una ligera succión al cerrar la tapa.
5. Higrómetro Un higrómetro es indispensable en todo humidor. Este aparato mide la humedad dentro del humidor para que puedas comprobar que la humedad está dentro del rango adecuado. Sin un higrómetro, no sabrías si las condiciones de tu humidor son las ideales, lo que aumenta el riesgo de que se estropeen los puros.
El papel del higrómetro en tu humidor
Un higrómetro es una herramienta esencial para mantener la humedad adecuada en tu humidor. El nivel de humedad ideal para el almacenamiento de puros está entre el 65% y el 75%. Con un higrómetro, puedes vigilar la humedad y tomar las medidas oportunas si se desvía del nivel ideal. Un higrómetro analógico puede calibrarse para minimizar la desviación.
1. Medir la humedad Un higrómetro mide la humedad relativa del humidor. Si la humedad es demasiado baja, los puros se secarán y perderán su sabor. Si la humedad es demasiado alta, los puros pueden tener dificultades para quemarse y puede aparecer moho. Si compruebas regularmente el higrómetro, te asegurarás de que tus puros estén siempre en perfectas condiciones.
2. Digital frente a analógico Hay dos tipos de higrómetros: analógicos y digitales. Un higrómetro digital suele ser más preciso y fácil de leer que un higrómetro analógico. Los higrómetros digitales también pueden medir la temperatura, lo que puede ser útil porque una temperatura constante ayuda a conservar los puros. Los higrómetros digitales suelen requerir menos calibración que los modelos analógicos.
3. Calibrar el higrómetro Para asegurarte de que las lecturas de tu higrómetro son exactas, éste debe calibrarse periódicamente. Una forma sencilla de hacerlo es con la prueba de la sal. Coloca una pequeña cantidad de sal en una bolsa sellada con el higrómetro y añade unas gotas de agua. Al cabo de 24 horas, el higrómetro debe indicar un 75% de humedad relativa. Si no es así, ajusta el higrómetro.
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